Apuesta corta

Cuando un operador toma una posición corta, toma prestado el activo de otra persona, normalmente un corredor, y lo vende en el mercado, con el objetivo de volver a comprarlo más tarde a un precio más bajo. Por ejemplo, un operador puede tomar prestadas y vender 100 acciones con la esperanza de recomprarlas a un precio inferior para devolvérselas al corredor y obtener un beneficio. 

Las posiciones cortas suelen ser utilizadas por operadores que creen que el precio de un activo está sobrevalorado o que es probable que baje en el futuro. La venta en corto puede ser una estrategia de alto riesgo porque las pérdidas potenciales son teóricamente ilimitadas, ya que no existe un límite superior a cuánto puede subir el precio de un activo. Esto significa que los operadores que toman posiciones cortas deben ser capaces de gestionar su riesgo cuidadosamente y utilizar órdenes de stop-loss para limitar sus pérdidas potenciales.