Máximo/mínimo de 52 semanas
El máximo/mínimo de 52 semanas es un indicador técnico utilizado por los comerciantes e inversores para analizar el valor actual de una acción y predecir su movimiento de precio futuro. Representa el precio más alto y más bajo al que se ha negociado un valor, como una acción, durante el período de tiempo que equivale a un año. El máximo/mínimo de 52 semanas se basa en el precio de cierre diario para el valor. Típicamente, el máximo de 52 semanas representa un nivel de resistencia, mientras que el mínimo de 52 semanas es un nivel de soporte que los comerciantes pueden usar para desencadenar decisiones de negociación.
Aquí hay algunos ejemplos de cómo se utiliza el máximo/mínimo de 52 semanas:
- Punto de entrada o salida: Una forma en que se utiliza la cifra de máximo/mínimo de 52 semanas es para ayudar a determinar un punto de entrada o salida para una acción determinada. Por ejemplo, los comerciantes de acciones pueden comprar una acción cuando el precio supera su máximo de 52 semanas, o vender cuando el precio cae por debajo de su mínimo de 52 semanas.
- Volumen de negociación: No es raro que el volumen de negociación de una acción determinada se dispare una vez que cruza una barrera de 52 semanas. Según un estudio, las acciones pequeñas que cruzaban sus máximos de 52 semanas producían ganancias excesivas en la semana siguiente. Correspondientemente, las acciones grandes producían ganancias en la semana siguiente.
- Inversión de impulso: Los inversores pueden usar los números de máximo/mínimo de 52 semanas para determinar si la acción está tendiendo en una dirección u otra, lo cual es un elemento importante de la inversión de impulso. Para algunos inversores, una acción que establece un nuevo máximo o mínimo de 52 semanas desencadena una acción de compra o venta.
Ten en cuenta que aunque el máximo/mínimo de 52 semanas puede ser una herramienta útil para los inversores, no debe usarse de forma aislada. Otros factores como los fundamentos de la empresa, las condiciones del mercado y los indicadores económicos más amplios también deben considerarse al tomar decisiones de inversión.