Rotura

"Romper" en el contexto de las criptomonedas se refiere al proceso de obtener acceso no autorizado a una red blockchain o sus activos asociados, generalmente mediante la explotación de vulnerabilidades en el código o los protocolos de seguridad de la red. Esto puede implicar diversas formas de piratería o manipulación destinadas a robar fondos, interrumpir operaciones o comprometer la integridad de la cadena de bloques.

Ejemplos de piratería de criptomonedas incluyen:

  1. Ataque del 51%: esto ocurre cuando una sola entidad o grupo controla más del 50% del poder minero de la red, lo que les permite manipular transacciones, revertir transacciones o gastar dos veces monedas.
  2. Explotación de contratos inteligentes: Los contratos inteligentes son contratos autoejecutables con los términos escritos directamente en el código. Romper en este contexto implica encontrar vulnerabilidades en los contratos inteligentes para desviar fondos o alterar su funcionalidad prevista.
  3. Hacks de Exchange: Las rupturas pueden ocurrir cuando los piratas informáticos violan la seguridad de los intercambios de criptomonedas, lo que les permite robar los fondos de los usuarios almacenados en el intercambio.
  4. Vulnerabilidades de la billetera: Las billeteras, tanto de hardware como de software, pueden ser vulnerables a intentos de piratería. En este caso, la ruptura implica obtener acceso no autorizado a las claves privadas o frases iniciales de los usuarios para robar sus tenencias de criptomonedas.
  5. Explosiones del protocolo Blockchain: explotar las debilidades del protocolo blockchain subyacente puede provocar su ruptura. Por ejemplo, se pueden aprovechar las vulnerabilidades en el mecanismo de consenso o los algoritmos criptográficos para comprometer la seguridad de la red.

A lo largo de su historia se han producido casos de ruptura de criptomonedas, con ejemplos notables que incluyen:

- El hackeo de Mt. Gox en 2014, donde se robaron aproximadamente 850.000 bitcoins pertenecientes a clientes y a la empresa, lo que llevó a la quiebra del intercambio.

- El hackeo de DAO en 2016, donde se aprovechó una vulnerabilidad en un contrato inteligente en la cadena de bloques Ethereum, lo que resultó en el robo de aproximadamente 50 millones de dólares en Ether.

- El ataque del 51% a la red Ethereum Classic en 2019, donde los atacantes reorganizaron el historial de transacciones de la cadena de bloques para gastar monedas dos veces.

Estos ejemplos resaltan la importancia de medidas de seguridad sólidas y esfuerzos continuos para identificar y abordar las vulnerabilidades en las redes de criptomonedas y la infraestructura asociada.