Derivada
En el contexto de las criptomonedas, un derivado es un contrato financiero cuyo valor se deriva del desempeño de un activo de criptomoneda subyacente, como Bitcoin o Ethereum, sin requerir la propiedad directa del activo en sí. Los derivados permiten a los inversores especular sobre los movimientos de precios de las criptomonedas sin comprar ni vender los activos subyacentes.
Ejemplos de derivados de criptomonedas incluyen:
1. Contratos de futuros: Los contratos de futuros obligan al comprador a comprar (o al vendedor a vender) una cantidad específica de criptomonedas a un precio predeterminado en una fecha futura específica. Estos contratos permiten a los operadores protegerse contra las fluctuaciones de precios o especular sobre movimientos futuros de precios.
2. Contratos de opciones: Las opciones otorgan al titular el derecho, pero no la obligación, de comprar (opción de compra) o vender (opción de venta) una cantidad específica de criptomoneda a un precio predeterminado (precio de ejercicio) dentro de un período de tiempo específico. Las opciones brindan flexibilidad a los inversores para gestionar el riesgo o aprovechar la volatilidad de los precios.
3. Swaps perpetuos: Los swaps perpetuos, también conocidos como futuros perpetuos, son similares a los contratos de futuros tradicionales pero no tienen fecha de vencimiento. En cambio, imitan el mercado al contado con tasas de financiación para garantizar que el precio del contrato se mantenga cerca del precio al contado del activo subyacente. Los operadores pueden mantener swaps perpetuos por un período indefinido, lo que los hace populares para estrategias comerciales a corto plazo.
4. Swaps: Los swaps de criptomonedas implican el intercambio de flujos de efectivo o activos en función de los movimientos de precios de las criptomonedas. Estos contratos se pueden personalizar para satisfacer las necesidades de las partes, como swaps de tipos de interés o swaps de divisas, lo que permite diversas estrategias de inversión y gestión de riesgos.
Casos de uso de derivados de criptomonedas:
1. Cobertura: los inversores institucionales o los mineros de criptomonedas pueden utilizar derivados para cubrir su exposición a la volatilidad de los precios. Por ejemplo, una empresa minera de Bitcoin puede celebrar un contrato de futuros para fijar un precio predeterminado para sus monedas extraídas, mitigando el riesgo de fluctuaciones de precios.
2. Especulación: Los comerciantes e inversores suelen utilizar derivados con fines especulativos, con el objetivo de beneficiarse de los movimientos de precios previstos en el mercado de las criptomonedas. Pueden aprovechar los contratos de futuros u opciones para amplificar sus ganancias (o pérdidas) potenciales en función de las predicciones del mercado.
3. Arbitraje: Los árbitros explotan las discrepancias de precios entre los mercados de derivados y los mercados al contado para generar ganancias. Al comprar y vender simultáneamente activos o contratos en diferentes bolsas, los arbitrajistas pueden capitalizar las diferencias temporales de precios, contribuyendo a la eficiencia del mercado.
En general, los derivados de criptomonedas desempeñan un papel importante en el ecosistema criptográfico al proporcionar liquidez, herramientas de gestión de riesgos y oportunidades para que los inversores participen en el mercado sin poseer directamente los activos subyacentes. Sin embargo, también entrañan riesgos como el apalancamiento que magnifica las pérdidas y la incertidumbre regulatoria.