Inflación
Es una tasa a la que el nivel general de precios de los bienes y servicios aumenta con el tiempo, lo que se traduce en una disminución del poder adquisitivo de la moneda. La inflación suele medirse utilizando una tasa de inflación, que es el cambio porcentual en el precio de una cesta de bienes y servicios durante un periodo de tiempo. La medida de la inflación más utilizada es el índice de precios de consumo (IPC), que sigue el precio de una cesta de bienes y servicios que suelen adquirir los hogares.
Cuando los precios suben, el valor real de los activos puede disminuir, ya que los inversores tienen que pagar más por los bienes y servicios. Esto puede provocar una disminución de la demanda de activos, ya que los inversores tratan de proteger su poder adquisitivo invirtiendo en activos menos afectados por la inflación. Por otro lado, la inflación también puede crear oportunidades para los operadores, en particular para aquellos capaces de predecir con exactitud la tasa de inflación. Por ejemplo, los operadores pueden optar por invertir en activos cuyo valor pueda aumentar como consecuencia de la inflación, como las materias primas o los bienes inmuebles.
No obstante, si siguen de cerca las tasas de inflación y se mantienen informados sobre los posibles riesgos y oportunidades asociados a la inflación, los operadores pueden tomar decisiones más informadas sobre sus inversiones y protegerse de los efectos negativos de la inflación.